¿Qué hay detrás de los récords olímpicos?
En los Juegos Olímpicos de Tokyo 2021 participaron 11.274 deportistas, con una representación femenina del 50% ¡Histórico!
“El desarrollo de la ciencia del deporte, la nutrición deportiva y la tecnología ha llevado al rendimiento humano a nuevos límites.”
Cuando hablamos de récords olímpicos nos saltan a la cabeza nombres icónicos, como el nadador estadounidense Michael Phelps, quien es el deportista con más medallas olímpicas, 28 para ser exactos (23 de oro), y dueño de varios récords en los 200 metros libres, 200 metros mariposa, 200 metros estilos, 400 metros estilos y en las tres pruebas de relevos. O Usain Bolt, considerado el hombre más veloz del mundo, con un récord olímpico de 9,63 segundos en los 100 metros planos, aunque su marca mundial es menor, 9,58 segundos.
Pero ¿Qué hay detrás de estos tiempos sorprendentes? La evolución de la ejecución de las pruebas olímpicas ha sido radical desde los primeros juegos olímpicos oficiales (1896, en Atenas, Grecia). Esto se debe, por un lado, a la profesionalización del deporte, que no fue sino hasta los años 70’s, multiplicando abruptamente la participación en los Juegos Olímpicos. Como referencia, en 1896, participaron 241 deportistas, solo hombres; para Tokyo de 1964, fueron 5.151 (13% mujeres); y para Tokyo 2021, se registran 11.274 (el 48,8% mujeres).
Y, por otro lado, está el increíble desarrollo en la ciencia del deporte, la nutrición deportiva y la tecnología; que ha llevado al rendimiento humano a nuevos límites, dando paso a los emocionantes récords olímpicos.
Filosomi encontró información sobre algunos de estos avances que te compartimos a continuación:
La era smart data: El increíble performance del deportista actual está fundamentado en la generación de métricas, datos obtenidos de un monitoreo exhaustivo y preciso que se usa para crear planes de entrenamiento y de competencia estratégicos y personalizados.
El diario ABC de España, en un artículo donde cuenta los secretos de la preparación de sus deportistas, una de las más fuertes de Europa, destaca que estas métricas surgen de la sensorización, tecnología que consiste en colocar sensores sobre el cuerpo de los atletas y también de sus equipos, como bicicletas y raquetas, para conseguir y rastrear métricas de interés.
En espacios deportivos como la NBA, por ejemplo, se utiliza la pulsera Whoop, que “mide la variabilidad cardíaca que es fundamental para la recuperación de la fuerza”. Equipos como el de voleibol de Estados Unidos usan la aplicación VERT, un sensor que mide la cantidad de saltos y su altura, con el objetivo de dar información a los preparadores físicos para que controlen el desempeño de cada jugador y prevenir lesiones. (Lee también: “10 formas de hackear tu cuerpo”).
La recolección de data, su almacenamiento en la nube y su contraste con información personal y la de los competidores es ya tan popular, que su costo es cada vez más accesible tanto para el deportista élite como para el aficionado.
El karate, el surf, el skateboarding, la escalada deportiva y el baloncesto 3x3 son las nuevas disciplinas incorporadas en los Juegos Olímpicos.
ABC también destaca el uso de la tecnología de video, que con ciertos algoritmos es capaz de extraer estadísticas de un juego, permitiendo, sobre todo a los deportes en equipo, la toma eficaz de decisiones, tanto en la preparación como en la competencia.
Algunos ejemplos, son la Twin Cam (cámara que evita la refracción), que se usa en el nado sincronizado para que deportistas y entrenadores puedan visualizar los movimientos dentro y fuera del agua. En el mundo del boxeo se usa el registro en video iBoxer, que graba a los contrincantes en el cuadrilátero y analiza datos dentro del ring como golpes dados y recibidos.
La ciencia de la prevención: El monitoreo en tiempo real del cuerpo humano y el almacenamiento de métricas para medir progresos, no en base a supuestos sino a realidades, ha abierto un mundo maravilloso para el deportista actual: el de la prevención efectiva. Sí, porque en un contexto donde se buscan nuevos récords, el rendimiento máximo también supone un mayor riesgo de lesión y con este, el posible fin de una carrera deportiva.
En los laboratorios de alto rendimiento, los atletas son sometidos a pruebas biomecánicas, monitoreos de ondas cerebrales para determinar los niveles de enfoque y concentración y a test de desestabilización de los niveles de oxígeno para determinar la capacidad de reacción frente a escenarios poco favorables.
La termografía es otra tecnología que se está volviendo popular. Esta mide la temperatura corporal para alertar a los entrenadores de posibles inflamaciones, zonas de sobrecarga y descompensación. Esta información resulta clave para el replanteo de la preparación y las exigencias de esfuerzo, con el fin de reducir el riesgo de lesiones.
Asimismo, la recuperación es reconocida como pieza clave de un rendimiento óptimo por lo que el uso de tecnologías como las cámaras hiperbáricas es cada vez más demandado en el deporte élite. Esta terapia hace que “los pulmones asimilen 23 veces más oxígeno de lo normal, con un poder desinflamatorio importante”. Se usa como medicina después de un esfuerzo físico de alta intensidad y para acelerar la sanación de lesiones.
Otras terapias son la crioterapia, que expone al cuerpo a temperaturas de aproximadamente -220 grados fahrenheit, durante 2 a 3 minutos; y la vacuoterapia o cupping, utilizada por deportistas de la talla de Michael Phelps, que con el uso de ventosas que succionan la piel y parte del músculo, mejoran la circulación sanguínea y linfática, reduciendo el dolor y la inflamación.
Ciertas decisiones de indumentaria e implementos deportivos pueden ser considerados dopaje tecnológico.
La nutrición ya es protagonista: Con el tiempo el deporte ha entendido que la alimentación es un protagonista neurálgico para conseguir el máximo desempeño deportivo. Existen plataformas como Tabalú que dan este servicio de manera intuitiva y personalizada a clubes deportivos y deportistas independientes. ¿Cómo funciona? En base a los datos médicos de cada individuo y las métricas deportivas recolectadas, la ciencia de la nutrición, con ayuda de la inteligencia artificial, puede establecer planes de alimentación perfectos para toda una temporada deportiva, discriminando entre tiempos de entrenamiento, competencia y recuperación. Además, la propuesta culinaria se adapta a los gustos de los deportistas, facilitando la ejecución.
El dilema de la indumentaria deportiva: Sí, no podemos olvidar que el récord mundial en los 100 metros que consiguió Usain Bolt en el 2009, lo hizo con unas zapatillas ultra ligeras. Y que Michael Phelps utilizó en Pekín 2008 un traje Speedo llamado LZR Racer, prenda a la que se le atribuyó la disminución de la resistencia en el agua.
Otros ejemplos son los zapatos de atletismo con clavos, que se creía que eran para un mejor agarre en la pista, pero en realidad, hoy se sabe que esos clavos no están colocados aleatoriamente, sino según un estudio previo de la pisada del deportista, el tamaño del pie y la velocidad registrada. En nado sincronizado se ha utilizado trajes con tecnología que permite el cambio de color al contacto con el agua, haciendo aún más atractivas las presentaciones.
En los Juegos Olímpicos es común ver detalles nuevos en la indumentaria y los implementos deportivos de los atletas, y es ahí cuando surge la inquietud del temido “dopaje tecnológico”. La tecnología aplicada en este campo sigue siendo un dilema ético en el rendimiento deportivo. ¿Hasta qué punto interviene en el desempeño real del atleta?
El rendimiento de los deportistas olímpicos está llegando a su máxima expresión.
¿Qué nos depara el futuro?
Un estudio del Institut de recherche biomédicale et d'épidémiologie du sport (IRMES), de Francia, publicado en el 2008, analizó 3.263 récords mundiales en 158 disciplinas, desde los primeros Juegos Olímpicos de Atenas,1896.
Analizando las variables de evolución de la técnica, medicina y nutrición deportiva concluyó que para el 2060 ya no se batirán más récords mundiales. Desde los primeros juegos olímpicos el desempeño físico de los deportistas pasó del 75 al 99%. Según el estudio, el atletismo, la halterofilia, la natación y el remo serán las primeras disciplinas en sentir la ausencia de nuevas marcas.
Pero pese a estos análisis, la misma ciencia sigue soñando en potenciar las cualidades fisiológicas del ser humano. Cada día surgen nuevas y mejoradas tecnologías para llevar el rendimiento físico y mental a nuevos horizontes. Tanto, que en sus últimas declaraciones, Usain Bolt (atleta retirado) ha dicho que teme porque sus marcas sean disueltas por los avances tecnológicos de las nuevas generaciones (investigaciones dicen que el récord máximo en los 100 metros planos podría ser de 9,51 segundos).
Quienes creen que el futuro de los récords no se extinguirá, trabajan en ideas revolucionarias como que, a partir de una fotografía de un pie, se fabricarán modelos 3D de zapato a la medida, ultra perfeccionados. La recreación de un gemelo digital, permitirá que los atletas recojan datos de su performance para mejorar la técnica deportiva y prevenir lesiones. Y los análisis de imagen y modelos biomecánicos seguirán perfeccionándose no solo para mejorar la experiencia de las deportistas élites sino también de los aficionados.
El futuro suena emocionante. Tú ¿qué opinas?
Mira los rostros de los deportistas ecuatorianos que nos representaron en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2021, AQUÍ.
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Fuentes: abc.es, elpais.com, clipset.com, olimpics.com.