Más que una piel bonita

 La piel tiene una superficie de 2 m², pesa unos 10 kg y mide solo unos milímetros de grosor. Es un órgano fascinante.

 La piel tiene una superficie de 2 m², pesa unos 10 kg y mide solo unos milímetros de grosor. Es un órgano fascinante.

En la piel, la plenitud física y emocional se manifiesta sin reservas.
— Filosomi

La piel es este gran órgano que nos recubre, nos permite sentir, regula la temperatura, sintetiza la vitamina D y es parte esencial del sistema inmunológico. Es tan fascinante que su origen es el mismo del sistema nervioso central (la capa embrionaria ectodermo), por lo que su conexión con lo que ocurre dentro de nuestro cuerpo, y aún más profundo, en nuestra mente, se hace visible en ella. La enfermedad, así como la plenitud física y emocional, se manifiestan sin reservas.

Visto de este modo, el cuidado holístico de la piel es crítico, se requiere mucho más que productos cosméticos para cuidar de su salud y por supuesto de su belleza. ¿Qué podemos hacer por nuestra piel?

De adentro hacia afuera

La piel tiene memoria y todo lo que hagamos por nuestra salud integral prevalecerá en el tiempo desacelerando el proceso de envejecimiento. Hay tres factores que no debemos perder de vista:

  1. Trabaja tus emociones y cuida tu salud mental: Los largos periodos de tristeza o ira marcan nuestra piel, generan espasmos musculares que exacerban las líneas de expresión prematuramente, pero además estos estados de estrés incrementan la producción de cortisol que deshidrata la piel, desequilibran el PH, interrumpe procesos vitales como la circulación sanguínea y la producción de colágeno, entre otros problemas. Por eso es tan importante que tengamos a la mano herramientas para gestionar nuestras emociones como la terapia psicológica, la meditación, la respiración consciente y el ejercicio físico.

  2. Mantén una alimentación rica en nutrientes: Todo lo que ocurre en nuestra piel es un reflejo del estado interno de nuestro cuerpo, y la nutrición, como medicina, es clave para construir, y casi siempre reconstruir, cuerpos fuertes y saludables. Una alimentación balanceada se refiere a platos con un balance nutricional entre proteínas, carbohidratos y grasas esenciales. Es fundamental elegir alimentos naturales y mejor aún orgánicos. Desechar de la despensa los productos procesados y el azúcar. Procurar que los vegetales y frutas de todos los colores sean los protagonistas en cada una de las comidas, al menos en un 50%. De esta forma te garantizas una ingesta diaria importante de nutrientes y vitaminas. Consulta con tu médico, en base a estudios médicos personalizados, si necesitas suplementar para obtener los índices correctos de Omega 3, hierro, vitamina C, magnesio, zinc, etc.

Una nutrición para la piel es rica en alimentos antiinflamatorios, en fibra y antioxidantes.

Una nutrición para la piel es rica en alimentos antiinflamatorios, en fibra y antioxidantes.

Recupera tu microbioma:  La salud intestinal es vital para la calidad de vida, un pequeño desbalance de sus microorganismos (disbiosis intestinal) provoca trastornos a todo nivel, y por supuesto la piel no se libra de los efectos. Las alergias y sensibilidades alimentarias sin tratar pueden provocar acné, irritaciones, salpullidos y otras molestias graves en la piel como la dermatitis atópica y la psoriasis . Atender el complejo ecosistema de nuestro intestino con la guía de un especialista y la elección consciente de alimentos claves como los vegetales, las frutas y los fermentados (probióticos), y el descarte de otros (por una dieta de eliminación o test de alergias alimentarias) creará un suelo fértil no solo para tener una piel saludable y luminosa, sino para superar cuadros crónicos de salud. Una microbiota bien balanceada regula la producción de serotonina (la hormona de la felicidad), mejora la respuesta inmune, propicia un peso saludable y su mantenimiento, y enlentece el envejecimiento prematuro.

Cultiva hábitos saludables

Ese ‘glow’ o brillo natural que tanto buscamos en nuestra piel se consigue con la suma de acciones diarias de autocuidado:

  • Lava la piel del rostro, cuello y escote a diario, mañana y noche. Tonifica e hidrata con productos específicos según tu tipo de piel, libres de tóxicos, 100% naturales.

  • Usa filtro solar tópico u oral. Pero también dales prioridad a los baños de sol por 20 minutos diarios, para obtener la vitamina D y prevenir su deficiencia. Así te garantizas huesos fuertes de verdad.  

  • Cuida la calidad de tu sueño, duerme al menos 8 horas diarias y evita aparatos electrónicos dos horas antes de dormir para no inhibir la melatonina (la hormona del sueño).

  • Toma suficiente agua, la necesaria según tu estilo de vida. No esperes a estar sediento.

  • Protege tu piel de la luz azul, usa protector solar mientras estás expuesto a dispositivos como el celular, la computadora o la iluminación led. La ciencia dice que degeneran la piel.

  • Deja de fumar, la nicotina acaba con el colágeno, deshidrata la piel, entorpece la circulación sanguínea y produce flacidez. Estropea tu capacidad pulmonar propiciando el envejecimiento de las células.

A continuación, dos expertas en el cuidado de la piel: la máster en medicina estética Cintia Castillo, y la especialista en yoga facial Alejandra Manosalvas, nos dan recomendaciones claves para potenciar la belleza natural de la piel.

Asegúrate de revisar las etiquetas de los productos para el cuidado de la piel. Aunque puedan ser efectivos no necesariamente le están haciendo bien a tu salud. Algunos tienen componentes tóxicos.

Asegúrate de revisar las etiquetas de los productos para el cuidado de la piel. Aunque puedan ser efectivos no necesariamente le están haciendo bien a tu salud. Algunos tienen componentes tóxicos.

¡Cuidado con lo que acercas a tu piel!

La piel cuenta con un escáner inmunológico propio, es capaz de identificar agentes externos que no son parte de su naturaleza y reaccionar frente a ellos. Sin embargo, muchos tóxicos se filtran, a cuenta gotas, en la rutina diaria a través de la exposición al plástico, el agua contaminada, los productos químicos de limpieza y hasta los mismos productos cosméticos para “el cuidado de la piel”. En este último caso, te recomendamos ser meticuloso sobré qué estás poniendo en tu piel. La recomendación clave: usa productos libres de tóxicos, 100% naturales.

Un producto de origen natural tiene este tipo de ingredientes:

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Un producto con carga tóxica contiene estos ingredientes:  

productos-piel-2.jpg
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