El microbioma: cuidarlo para subir las defensas

A los microorganismos de nuestra flora intestinal les encanta los vegetales, son una excelente fuente de prebióticos.

A los microorganismos de nuestra flora intestinal les encanta los vegetales, son una excelente fuente de prebióticos.

La flora intestinal se va reduciendo a causa de la industria alimentaria moderna (que nos ofrece alimentos empaquetados repletos de azúcar y GMOs), los aditivos en los alimentos, los altos niveles de estrés y el abuso de antibióticos.

Las más recientes investigaciones sugieren que el estrés puede cambiar la composición de nuestra flora intestinal. El nombre que le damos a toda esta flora intestinal y el material genético que la contiene es microbioma. En él existen trillones de bacterias interactuando entre sí y con un altísimo impacto en la salud. Esas bacterias tienen influencia en todo, desde nuestra función intestinal hasta nuestro estado de ánimo. 

El estrés mal concebido (como les expliqué en mi artículo “El lado amable del estrés”) puede ser uno de los mayores enemigos de la salud, con el potencial de elevar el cortisol y alterar muchas funciones del cuerpo. Reducirlo a través del mindfulnes y la respiración puede tener efectos de largo alcance, como prevenir la afectación de la flora intestinal.

El microbioma es complejo, y todavía es incierto hablar de uno idóneo; sin embargo, lo más recomendable es cultivar un microbioma diverso, capaz de cumplir distintas funciones y adaptarse a varias circunstancias.

Los bichos que habitan en el microbioma han evolucionado con nosotros por millones de años y viven con lo que nos alimentamos, ellos cumplen gran variedad de funciones dentro del cuerpo humano, como por ejemplo, ciertas especies producen la serotonina (la hormona del buen humor). Otras producen vitaminas. Pensemos que esta comunidad de bichos son una especie de obreros de una fábrica que está produciendo aquello que necesitamos para vivir. Por eso es tan importante contar con una cantidad de obreros distribuidos proporcionalmente y de manera adecuada.

¿Qué daña al microbioma?

A lo largo de los años, esta flora intestinal se va reduciendo a causa de la industria alimentaria moderna (que nos ofrece alimentos empaquetados repletos de azúcar y GMOs), los aditivos en los alimentos, los altos niveles de estrés y el abuso de antibióticos. Muchos estudios han demostrado que la población que vive en sociedades industrializadas ha perdido al menos un tercio de sus organismos gastrointestinales, y esta puede ser una de las principales razones por las que el índice de enfermedades crónicas y degenerativas ha crecido tanto, y el por qué de habernos vuelto intolerantes a ciertos alimentos.

Nuestro microbioma es un componente clave del sistema inmunológico. Los alimentos que comemos y su efecto en la flora intestinal está directamente relacionado a la actividad de nuestro sistema inmune. El hecho de que este componente básico del sistema de defensa se encuentre deteriorado, así como la calidad de los alimentos que ingerimos, hacen una combinación letal con efectos negativos para la salud.

Ahora, la misión es reponer nuestro microbioma y una de las mejores maneras es incrementando nuestro consumo de vegetales ¿Por qué? Porque nuestros bichos aman la fibra de las plantas. Esto se conoce como prebiótico. El brócoli es uno de los más importantes.

Al alimentar nuestra flora intestinal (también con probióticos de fuentes como la kombucha, el kéfir y otros alimentos fermentados), fortalecemos otras partes del cuerpo, como el sistema inmunológico, puesto que el organismo está interconectado. Si bien este sistema inmunológico nos protege de bacterias en el aire y virus, el 70% de su actividad tiene lugar en los intestinos, porque es el órgano que hace la conexión clave entre nuestro cuerpo y el mundo exterior.

Existen células especializadas dentro y alrededor del revestimiento del intestino, que monitorean todos los alimentos que pasan. Esta información le permite al sistema inmunológico identificar qué alimentos son beneficiosos y a cuáles debe reaccionar en signo de rechazo. Este rechazo se traduce en inflamación, que se presenta como brotes en la piel, cambios de ánimo y dolores articulares. Esto sucede porque el sistema se ha vuelto hipersensible y al alterarse, el sistema de defensa se activa para protegerse de las amenazas y crea la inflamación crónica. 

El consumir ciertos alimentos puede desencadenar la producción de ciertos químicos llamados "cytokines", que liberan mensajes con la información de que el cuerpo está siendo atacado. Consumir los alimentos correctos ayuda a mantener la calma dando orden y haciendo que el sistema inmunológico ataque solamente a los enemigos reales. 

¿Ahora entiendes por qué es tan importante llevar una nutrición adecuada?

Fuente: The Four Pillars Plan del Dr. Chatterjee.

Lee: “Escuchar y discutir: Elevemos nuestro diálogo”.

Anterior
Anterior

¿Para qué entrenar en cuarentena?